San Lorenzo atraviesa momentos críticos. En un día cargado de sorpresas, la sede de Av. La Plata fue testigo de la repentina aparición de Marcelo Moretti, quien se encuentra de licencia mientras es investigado por presuntos actos de corrupción. Al mismo tiempo, se reavivaron los rumores sobre la posible renuncia de Julio Lopardo, quien actualmente está en funciones como presidente interino del club. Como si fuera poco, una notificación judicial llegó al club, agravando aún más la situación.

La Sala C de la Cámara Comercial ha revocado una sentencia previa que había rechazado un pedido de quiebra presentado por el fondo suizo AIS Investment Fund SCA Sicav Raif. La deuda en cuestión fue originada por un préstamo solicitado durante la pandemia en 2020, y con los intereses acumulados, asciende a 5.300.000 dólares. Esta decisión judicial implica que el expediente vuelva a primera instancia, donde podría decretarse la quiebra del club, ya que el acreedor no puede mantener abiertas dos instancias judiciales: un juicio ejecutivo y un pedido de quiebra.

La dirigencia de San Lorenzo, consciente de la gravedad de la situación, ya está planificando con sus abogados las estrategias a seguir. Cuando el juez notifique al club sobre la quiebra, tendrán solo cinco días hábiles para actuar. Las opciones incluyen: pagar la deuda, negociar un nuevo plan de pagos con el acreedor, convertir la quiebra en un concurso preventivo o solicitar la aplicación de la Ley N° 25.284. Esta última ofrece un régimen especial para la gestión de entidades deportivas en crisis económica, permitiendo la creación de un fideicomiso de administración bajo control judicial.

El origen de esta deuda se remonta a la gestión de Marcelo Tinelli, quien solicitó el préstamo para cubrir diversos gastos y sueldos durante el parate provocado por la pandemia. Sin embargo, el pago de este préstamo nunca se concretó y tampoco se cumplió con el acuerdo de cuotas establecido posteriormente.

Con el reloj en contra, San Lorenzo enfrenta una encrucijada que no solo pone en riesgo su estabilidad financiera, sino también su futuro como institución deportiva. Las decisiones que se tomen en los próximos días serán cruciales para determinar el rumbo del club.