El conteo definitivo de votos en la provincia de Buenos Aires dio inicio esta semana en la capital provincial, marcando no solo un momento crucial para cerrar los resultados de las recientes elecciones legislativas sino también abriendo la puerta a discusiones sustanciales sobre el sistema electoral argentino. El juez federal con competencia electoral, Alejo Ramos Padilla, aprovechó la ocasión para instar a una revisión profunda de mecanismos como la Boleta Única Papel (BUP) y las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).
El magistrado, durante el acto realizado en el Pasaje Dardo Rocha de La Plata, enfatizó la importancia de abordar el debate sobre la BUP y las PASO en un año no electoral, sugiriendo que 2025 será el momento adecuado para analizar y proyectar posibles reformas. Ramos Padilla remarcó que, aunque la suspensión de las PASO para este año evitó discusiones inmediatas, resulta esencial prepararse con anticipación para fortalecer el sistema democrático y la organización interna de los partidos políticos. «La previsibilidad y la posibilidad de actuar con tiempo son herramientas cruciales para consolidar los sistemas electorales», subrayó.
Además del debate sobre las herramientas de votación, Ramos Padilla puso sobre la mesa otra discusión de fondo: la cantidad de bancas que le corresponden a la provincia de Buenos Aires en el Congreso Nacional. Actualmente, Buenos Aires elige 35 diputados, una cifra que, según el juez, no refleja la proporción de su padrón electoral, que representa cerca del 40% del total del país. «La subrepresentación bonaerense es un tema pendiente y todos los actores políticos tienen mucho para aportar en la búsqueda de soluciones que fortalezcan la democracia», afirmó.
En su discurso, el juez también valoró el desarrollo del proceso electoral, calificándolo como «impecable y transparente». Destacó la complejidad logística que implica organizar una elección de tal envergadura, con la apertura de 40.000 mesas en 7.000 establecimientos distribuidos por toda la provincia, un operativo que, remarcó, requiere planificación y trabajo sostenido.
El avance del escrutinio definitivo cobra especial relevancia debido a lo ajustado de los resultados preliminares. De acuerdo con los datos oficiales, con el 99% de las mesas computadas, la coalición Fuerza Patria cosechó 3.558.527 sufragios, lo que representa el 40,91% de los votos, mientras que La Libertad Avanza sumó 3.605.127 votos, alcanzando el 41,45%. El propio gobernador Axel Kicillof describió la elección como «muy ajustada», por lo que el recuento final acapara la atención de todos los sectores políticos y de la ciudadanía bonaerense.
La expectativa se mantiene tanto por el desenlace de la competencia entre las principales fuerzas como por el impacto que podrían tener los debates abiertos por Ramos Padilla en la arquitectura política y electoral de la provincia y del país. La discusión sobre la implementación de la Boleta Única Papel y la eventual reconfiguración de la representación bonaerense en el Congreso se perfilan como temas centrales para el próximo año, cuando, en un escenario sin elecciones, será posible abordar con mayor profundidad los desafíos y las reformas pendientes.
Mientras tanto, la Justicia Electoral continúa con el meticuloso recuento de votos, tarea que podría extenderse durante cinco días, confirmando la trascendencia de este proceso para la legitimidad democrática y la confianza pública en el sistema electoral.


