En el estadio de Avellaneda, Racing y Independiente Rivadavia protagonizaron un empate sin goles que dejó más preguntas que respuestas para la Academia. El equipo dirigido por Gustavo Costas volvió a mostrar una imagen pálida, especialmente en ofensiva, y el resultado lo aleja de los puestos de playoffs del Torneo Clausura y complica sus aspiraciones internacionales.

El partido tuvo como grandes protagonistas a Sebastián Villa y Facundo Cambeses. El delantero colombiano fue una pesadilla para la defensa local, mientras que el arquero de Racing se erigió como la figura indiscutida y justificó su reciente convocatoria a la Selección Argentina, salvando a su equipo en varias oportunidades.

Costas, consciente del desgaste físico y mental tras la reciente eliminación en la Copa Argentina y la acumulación de partidos, optó por una rotación masiva: sólo Cambeses repitió en el once titular, mientras que los otros diez jugadores fueron suplentes habituales. Además, el entrenador modificó el esquema táctico y apostó por una línea de tres en el fondo, con Marcos Rojo como líbero, en un 3-4-1-2 que buscaba mayor solidez y frescura.

Sin embargo, el dominio territorial y la posesión de la pelota no se tradujeron en peligro real para el arco de Ezequiel Centurión. Racing duplicó a su rival en pases y tenencia, pero careció de profundidad y claridad en los últimos metros. Las mejores chances del primer tiempo fueron para la visita: una jugada que comenzó con un error de Ignacio Rodríguez terminó con un centro de Villa y un cabezazo de Matías Fernández que dio en el poste. Más tarde, Maximiliano Amarfil exigió a Cambeses con un remate cruzado y Villa estuvo cerca con un potente disparo que salió desviado.

Racing apenas inquietó con un cabezazo de Nacho Rodríguez y un intento de Elías Torres tras un centro de Gastón Martirena, además de un tiro libre de Richard Sánchez que pasó cerca. La falta de precisión y profundidad fue una constante en el equipo local, que dependió de la inspiración de sus laterales y del manejo de Toto y Sánchez en el mediocampo.

En el complemento, Independiente Rivadavia mantuvo su plan y volvió a estar cerca del gol. Villa desbordó y dejó a Fabricio Sartori mano a mano, pero Cambeses volvió a responder con solvencia. El arquero también tapó un cabezazo de Sheyko Studer, ratificando su gran nivel.

Costas buscó variantes con los ingresos de Bruno Zuculini, Franco Pardo y Santiago Solari. Sin embargo, las malas noticias siguieron: Pardo y Torres debieron ser reemplazados por lesiones, sumando más preocupación de cara a lo que viene. El partido se tornó de ida y vuelta, con Racing empujando más por necesidad que por convicción, y dejando espacios en defensa que los mendocinos no supieron aprovechar.

El pitazo final dejó un sabor amargo en el Cilindro. Racing apenas ganó uno de sus últimos siete partidos como local y sus posibilidades de meterse en los playoffs del Clausura se reducen. Además, todavía no logra asegurar su clasificación a la Copa Sudamericana 2026. Con las semifinales de la Copa Libertadores en el horizonte, el nivel mostrado genera inquietud entre los hinchas y el cuerpo técnico.

La ilusión internacional sigue vigente, pero las deudas en el plano local son cada vez más evidentes. Los murmullos y la desazón de la gente al retirarse del estadio reflejan el momento complicado que atraviesa la Academia, que necesitará mejorar mucho si quiere pelear por objetivos grandes en lo que resta del año.