Tras una larga espera, HBO lanzó finalmente «It: Welcome to Derry», la precuela de las exitosas películas de Andy Muschietti basadas en la célebre novela de Stephen King. Esta flamante serie no solo amplía el universo de Pennywise, sino que transporta a los espectadores al año 1962, mostrando cómo el terror se apoderó de Derry mucho antes de que el «Club de los Perdedores» enfrentara al siniestro payaso.

El primer episodio, dirigido por Muschietti y titulado «The Pilot», no escatima en horror. Desde su secuencia inicial, la serie deja claro su compromiso con la brutalidad y el gore, manteniendo la estética nostálgica que caracteriza a la saga. El episodio presenta a un elenco de nuevos personajes, todos atrapados bajo la influencia oscura que reina en Derry.

Un arranque impactante

La serie abre con la historia de Matty Clements, un niño que huye de un hogar violento solo para encontrarse con una familia poseída por Pennywise. En una escena que combina lo grotesco y lo surrealista, Matty es brutalmente asesinado, marcando el tono sangriento del episodio.

El foco se desplaza luego a un grupo de adolescentes marginados: Teddy (Mikkal Karim-Fidler), Phil/Fred (Jack Molloy Legault) y Lilly (Clara Stack). Cuando Lilly comienza a escuchar la voz de Matty en las tuberías de su baño, el grupo decide investigar, lo que los lleva de regreso al Capitol Theater, uno de los escenarios clave de la historia. Allí, Pennywise ataca con furia, cobrando la vida de Teddy de manera espeluznante. Solo Lilly y Ronnie (Amanda Christine) logran escapar, dejando imágenes perturbadoras y un ambiente de desolación.

Profundizando la mitología de King

«It: Welcome to Derry» está repleta de referencias y guiños para los fanáticos de Stephen King. El Capitol Theater, que ya había aparecido brevemente en las películas, se convierte aquí en epicentro del horror. Su nombre podría ser un homenaje al teatro homónimo de Iowa, donde la última proyección fue «Carrie», otra emblemática adaptación de King.

La serie introduce también a personajes conectados con la saga principal: Teddy parece ser familiar de Stanley Uris, uno de los integrantes del Club de los Perdedores; mientras que el Mayor Leroy Hanlon (Jovan Adepo) es el abuelo de Mike Hanlon, dando mayor profundidad a la historia familiar de este futuro protagonista.

Otro detalle para los fanáticos es la aparición de Dick Hallorann, el chef con «resplandor» de «The Shining», que aquí establece el nexo con el multiverso de King y expande las posibilidades de futuras conexiones entre sus diferentes obras.

Easter eggs y ambientación de época

La cultura pop de los años ’60 impregna el episodio: cómics clásicos de DC como «Batman & Robin #298» —donde debutó el metamórfico Clayface, reflejo de la naturaleza de Pennywise— y «The Flash #123», que introduce el multiverso, aparecen en las habitaciones de los protagonistas. Los posters de películas como «Creature from the Black Lagoon» y «Earth vs. Flying Saucers» refuerzan la atmósfera de paranoia y fascinación por lo sobrenatural que caracterizaba a la época.

No faltan guiños sutiles, como el graffiti con el nombre de Alvin Marsh —el futuro padre abusivo de Beverly— en los baños de la escuela, o la mención del Juniper Hill Asylum, el manicomio que más adelante será escenario de momentos clave en la saga.

Señales de lo cósmico y el sello Muschietti

Para quienes conocen la mitología de King, la presencia recurrente de tortugas —símbolo de la entidad cósmica Maturin, rival de Pennywise— anticipa una exploración más profunda de los aspectos metafísicos que solo fueron insinuados en las películas.

Y en medio de tanta oscuridad, aparece un guiño argentino: un mate con los colores y el escudo de Independiente, el club de fútbol del que Muschietti es fanático. Este detalle, ya presente en sus anteriores producciones, es un sello personal que conecta al director con sus raíces y sorprende a los espectadores más atentos.

Un debut que promete

«It: Welcome to Derry» se perfila como una precuela audaz que no teme desafiar los límites del horror televisivo. Su primer episodio es una carta de amor a los seguidores de Stephen King, repleto de detalles, conexiones y una narrativa que promete mantener a los espectadores al borde del asiento. El pueblo de Derry vuelve a ser el escenario de un terror ancestral, y esta vez, nadie está a salvo.