En una jornada histórica, miles de personas se congregaron este miércoles frente al Congreso Nacional para exigir el financiamiento adecuado de las universidades y hospitales públicos. Estudiantes, docentes, trabajadores universitarios y profesionales de la salud confluyeron en la plaza desde el mediodía, en lo que fue la tercera marcha federal universitaria en el contexto del conflicto por los recortes presupuestarios.
La movilización coincidió con la sesión en la Cámara de Diputados, donde se analizaron los vetos presidenciales a las leyes de emergencia pediátrica y de financiamiento universitario. Finalmente, los legisladores rechazaron los vetos, lo que desató una celebración entre los manifestantes con abrazos, lágrimas y fuegos artificiales en las inmediaciones del Parlamento.
La marcha federal no sólo reunió a la comunidad educativa y sanitaria, sino que también contó con una fuerte participación de referentes políticos de la oposición, dirigentes sindicales y agrupaciones sociales y de izquierda. Desde temprano, columnas de la Federación Universitaria Argentina (FUA), sindicatos docentes y no docentes, y representantes del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) arribaron al Congreso con banderas, carteles y bombos, haciendo visible el reclamo por la defensa de la universidad pública.
El evento tuvo alcance nacional, con concentraciones simultáneas en ciudades clave como Córdoba, Rosario, Mendoza, Mar del Plata, Bariloche y Posadas. En todas ellas, resonó la consigna central: «Universidad pública y hospital público, no se negocian».
Entre los presentes se destacaron agrupaciones políticas y sindicales de diversa procedencia. Se pudo ver a La Cámpora, que sumó a su reclamo la liberación de Cristina Kirchner; al Movimiento Derecho al Futuro de Axel Kicillof, encabezado por su jefe de asesores Carlos Bianco; al Frente Renovador, la Unión Cívica Radical y organizaciones de izquierda. También participaron activamente gremios de la CGT y las dos CTA, junto a representantes de ATE, liderados por Rodolfo Aguiar.
Alrededor de las 16, médicos y personal de salud subieron al escenario principal para leer documentos en los que advirtieron acerca de las consecuencias negativas del ajuste presupuestario en la atención médica y la formación de residentes. Exigieron la actualización de las partidas destinadas a universidades y hospitales, en sintonía con la inflación.
La manifestación transcurrió de manera pacífica, bajo la supervisión del Ministerio de Seguridad nacional. Si bien hubo cánticos en defensa de la ley y en rechazo a las políticas del presidente Javier Milei, el clima fue de normalidad y compromiso ciudadano.
Además de los estudiantes y docentes, la protesta contó con el apoyo de médicos del Hospital Garrahan, quienes defendieron la ley de emergencia pediátrica que busca asegurar recursos esenciales para el sector.
En la previa de la votación, los manifestantes entonaron consignas presionando a los diputados para que rechazaran el veto presidencial. Tras la decisión en el recinto, la multitud celebró coreando «La patria no se vende», mientras se retiraban en un clima de festejo y esperanza, aguardando ahora la decisión del Senado sobre el futuro de las leyes vetadas por el Ejecutivo.


