El presidente Javier Milei ya comenzó a delinear los próximos movimientos en su gabinete, anticipando cambios estratégicos que se anunciarían oficialmente después de las elecciones nacionales. Entre las modificaciones más relevantes, se destaca la inminente designación de Pablo Quirno al frente de la Cancillería y de Sebastián Amerio en el Ministerio de Justicia.
El cargo de Ministro de Relaciones Exteriores quedó vacante tras la renuncia de Gerardo Werthein. Para reemplazarlo, Milei eligió a Pablo Quirno, quien actualmente se desempeña como Secretario de Finanzas y es considerado un hombre de máxima confianza de Luis “Toto” Caputo, titular de la cartera económica. Voceros oficiales señalaron que el ofrecimiento formal a Quirno se concretaría en las próximas horas, y destacan que su experiencia en el manejo de relaciones con inversores internacionales resulta clave para el perfil que busca el Gobierno en esta etapa.
Quirno, además, ya forma parte de la Cancillería como Secretario de Relaciones Económicas Internacionales, desde donde lidera actualmente las conversaciones con actores financieros extranjeros. Su posible ascenso al Ministerio de Relaciones Exteriores apunta a fortalecer los vínculos de Argentina con el mundo, especialmente en materia de inversiones y cooperación económica, e imprime un marcado perfil técnico y financiero al área diplomática.
En paralelo, el Poder Ejecutivo debe resolver la vacante en el Ministerio de Justicia, tras la renuncia oficializada de Mariano Cúneo Libarona. El principal candidato es Sebastián Amerio, actual secretario de Justicia y número dos del ministerio. Amerio es un funcionario con sólida relación con el Poder Judicial, particularmente con los jueces federales de Comodoro Py, un aspecto que en el Gobierno consideran fundamental para garantizar la articulación institucional en un contexto político sensible.
Fuentes cercanas al Ejecutivo subrayan que Amerio cuenta con el apoyo de Santiago Caputo, asesor de confianza de Milei, quien podría incrementar su influencia en el gabinete luego de los comicios. El perfil dialoguista y técnico de Amerio, junto con su experiencia y vínculo con los principales magistrados federales, es valorado como un activo para el Gobierno, que busca afianzar puentes con el Poder Judicial en medio de una agenda de reformas y desafíos judiciales.
Además de estos movimientos, se anticipan futuros cambios en otras áreas clave del gabinete nacional. Patricia Bullrich, actual ministra de Seguridad, se perfila para obtener una banca como senadora por la Ciudad de Buenos Aires, lo que la obligaría a dejar el cargo en el Ejecutivo. En tanto, Luis Petri, responsable de la cartera de Defensa, compite en Mendoza para ingresar en la Cámara de Diputados y, de conseguirlo, también requerirá ser reemplazado.
La recomposición del gabinete responde a la necesidad de adaptar el equipo de gobierno al nuevo escenario político que se abrirá tras las elecciones, y busca consolidar figuras de confianza en puestos estratégicos. La expectativa es que estos cambios permitan fortalecer la gestión y acelerar la toma de decisiones en áreas sensibles para el oficialismo.
Con la mira puesta en el día después de los comicios, Milei da señales de pragmatismo y refuerza la apuesta por perfiles técnicos y de confianza en su entorno inmediato. El camino hacia la consolidación de su equipo de gobierno parece estar marcado por la búsqueda de interlocutores sólidos tanto en el plano internacional como en el frente judicial, en una coyuntura que exigirá negociaciones y consensos permanentes.


