El gobierno de Javier Milei avanza con una propuesta de reforma laboral que promete modificar profundamente las condiciones de trabajo en Argentina. El borrador de la iniciativa, presentado en el marco del Consejo de Mayo, introduce una decena de cambios clave en aspectos como indemnizaciones, salarios, vacaciones, negociaciones colectivas y el derecho a huelga.
Indemnizaciones con tope y modalidad de pago en cuotas
Uno de los puntos centrales del proyecto es la fijación de un límite para las indemnizaciones por despido sin causa. Según la propuesta, el empleador deberá abonar hasta un máximo de 10 salarios al trabajador cesanteado, sin importar la antigüedad. Actualmente, la ley vigente no establece un tope para estos pagos. Además, se habilita a las pequeñas y medianas empresas (pymes) a pagar las indemnizaciones y juicios laborales en hasta 12 cuotas.
Nuevas bases para el cálculo indemnizatorio
El borrador excluye el Sueldo Anual Complementario (aguinaldo) y otros conceptos de pago semestral o anual —incluyendo bonos, adicionales específicos, tickets canasta y vales alimentarios— de la base de cálculo para las indemnizaciones. Esta decisión contrasta con fallos judiciales que habían incorporado esos beneficios al resarcimiento.
Vuelven los tickets canasta, pero sin aportes
La iniciativa oficial promueve el regreso de los tickets canasta, a pesar de fallos de la Corte Suprema y normas vigentes que los habían discontinuado. Los tickets no tendrán carácter remunerativo ni generarán aportes a la seguridad social.
Salarios más dinámicos y flexibles
La reforma permitiría a las empresas otorgar incrementos salariales diferenciados según la productividad y el mérito individual de los empleados, aunque aún no se han fijado los criterios específicos. Estos componentes retributivos serían variables, contemplando tanto el desempeño personal como la situación económica de la empresa y el sector.
Jornada laboral y banco de horas
Se abre la posibilidad de jornadas laborales superiores a las actuales, siempre que se respeten 12 horas de descanso entre turnos. Además, se incorpora el «banco de horas», un mecanismo que permite compensar las horas extra de un día con menor carga horaria en otro, sin superar el límite semanal legal.
Vacaciones fraccionadas y flexibles
El texto habilita el fraccionamiento del período vacacional por acuerdo entre empleador y trabajador, siempre que cada tramo dure al menos una semana. También se podrán pactar períodos de vacaciones fuera del tradicional comprendido entre octubre y abril, especialmente en actividades con características especiales.
Modificaciones en convenios colectivos y paritarias
Las convenciones colectivas vencidas mantendrán solo las normas sobre condiciones de trabajo hasta que se firme un nuevo acuerdo o se prorrogue mediante consenso. Los convenios por empresa tendrán prioridad sobre los de actividad y un convenio posterior podrá modificar a uno anterior del mismo ámbito.
Cambios en cuotas sindicales
El pago de cuotas, aportes o contribuciones sindicales solo podrá efectuarse con autorización expresa del empleado. Las contribuciones a sindicatos fijadas en convenios serán válidas únicamente para los afiliados, poniendo fin a los descuentos obligatorios para quienes no estén afiliados.
Limitaciones al derecho a huelga
El borrador exige una cobertura mínima del 75% en servicios esenciales durante las jornadas de paro, abarcando salud, educación, telecomunicaciones, transporte y energía, entre otros sectores. Además, crea la categoría de «actividades de importancia trascendental», donde la cobertura mínima será del 50% e incluirá ramas como industrias, bancos, gastronomía, producción de alimentos y medios de comunicación.
La reforma laboral propuesta por el gobierno de Milei se instala como uno de los debates más relevantes del panorama político, con impacto directo en los derechos de los trabajadores y en la dinámica de las relaciones laborales en el país.

 
                                    
