La reciente derrota del oficialismo en la provincia de Buenos Aires y otros traspiés en el interior del país han sacudido los cimientos del gobierno de Javier Milei. El revés electoral, que tuvo una fuerte repercusión en los mercados con suba del dólar y caída en la Bolsa y los bonos argentinos, llevó al Presidente a implementar una serie de medidas para reordenar el espacio político y apaciguar las críticas internas.
Durante el lunes, y tras una jornada marcada por tensiones entre los distintos armadores de La Libertad Avanza (LLA), Milei decidió reformular su mesa política. Si bien no se prevén cambios formales en el gabinete al menos hasta después del 26 de octubre, el mandatario optó por ampliar la mesa de decisiones, incorporando figuras clave de su entorno. Así, el núcleo pasará a estar integrado por Karina Milei, Guillermo Francos, Patricia Bullrich, Santiago Caputo, Martín Menem y el reciente ganador de las elecciones porteñas.
Llamó la atención la inclusión de Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, quien junto a su primo Lule Menem y Sebastián Pareja, quedó en el centro de las críticas tras el resultado adverso en Buenos Aires. Además, versiones internas sostienen que tras las elecciones nacionales podrían producirse renovaciones en el gabinete y en las estructuras partidarias, con la posible reincorporación de referentes libertarios desplazados en 2023.
Como parte de la estrategia para contener el impacto de la derrota y mejorar la relación con los mandatarios provinciales, Milei instruyó a su jefe de gabinete a convocar una mesa de diálogo federal con los gobernadores. El objetivo es consensuar políticas y recomponer el vínculo con los legisladores provinciales, después de que el Congreso rechazara por primera vez en 22 años un veto presidencial. Sin embargo, la respuesta de los gobernadores fue fría e incluso algunos, como el santafesino Maximiliano Pullaro, criticaron duramente al Ejecutivo por su falta de escucha y parálisis.
En el plano interno, el oficialismo también anunció la ampliación de la mesa política bonaerense para dar mayor representatividad a todos los sectores del espacio, abriendo las puertas a «Las Fuerzas del Cielo», el grupo que responde a Santiago Caputo. El propio Pareja, referente libertario de la provincia, se reunió con Karina Milei en Casa de Gobierno para definir los próximos pasos.
Desde el domingo, las cuentas de tuiteros afines a Caputo y otras figuras libertarias intensificaron sus cuestionamientos hacia el armado político liderado por la hermana del Presidente. Las críticas giraron en torno a la supuesta inclusión de ex dirigentes kirchneristas y a declaraciones polémicas de candidatos, como la de Maxi Bondarenko, quien reveló dificultades económicas en su familia. A estas disputas se sumaron denuncias de operaciones políticas y ediciones en redes sociales para perjudicar a integrantes del espacio.
En el interior del macrismo también se multiplicaron los reproches, especialmente hacia la fiscalización electoral. Dirigentes del PRO con llegada al Presidente advirtieron sobre la falta de atención a la política y la limitada efectividad de los logros macroeconómicos en la vida cotidiana de los ciudadanos. Además, hubo acusaciones sobre el manejo de fondos destinados a la fiscalización, con reclamos de que parte del dinero nunca llegó a destino.
Durante las reuniones de gabinete, que se extendieron por dos horas en el Salón Eva Perón, los ministros y aliados realizaron una autocrítica sobre la estrategia electoral, la comunicación y la llegada de las políticas económicas a la población. Guillermo Francos, en diálogo con Radio Mitre, reconoció que el Gobierno había actuado con soberbia y remarcó la importancia de las elecciones nacionales para obtener la fuerza legislativa necesaria para avanzar con las reformas propuestas.
Mientras tanto, en algunos distritos bonaerenses continuaban este lunes los pagos a quienes participaron de la fiscalización, aunque se especula que la boleta única en la próxima elección ayudará a reducir conflictos y la necesidad de una estructura territorial tan extensa.
Con este escenario, Milei y su equipo intentan dar señales de reacción y apertura, en busca de recuperar la iniciativa política y blindar al oficialismo de nuevas fracturas internas de cara a los próximos desafíos electorales.


