La vida institucional de San Lorenzo atraviesa días agitados tras el anuncio de Marcelo Moretti, quien decidió reincorporarse plenamente a sus funciones como presidente del club, luego de un período de licencia. La noticia, lejos de apaciguar los ánimos, desató una masiva protesta de los hinchas, quienes se autoconvocaron en la sede de Avenida La Plata para exigir la renuncia del dirigente.
Moretti, en declaraciones a un medio nacional, explicó las razones de su regreso: “Voy a empezar a tener la misma continuidad que tenía cuando estaba en funciones. Algunos muchachos me decían que se notaba mi ausencia en el club”. El presidente relató que, a pesar de no estar presente físicamente, siguió involucrado en negociaciones clave, como la venta de jugadores y la salida del entrenador Miguel Russo. Según explicó, su regreso se debe a que no enfrenta ningún procesamiento judicial y, tras consultar a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), confirmó que no hay impedimento legal ni administrativo para retomar el cargo.
El retorno de Moretti no cayó bien entre los simpatizantes del Ciclón, quienes rápidamente se organizaron para manifestar su descontento en la sede del club. En el lugar, miles de hinchas se expresaron de manera pacífica, pero con contundencia: portaron banderas con mensajes críticos, tiraron bombas de humo y hasta distribuyeron dólares de fantasía en alusión a una imagen viral del presidente recibiendo dinero. La consigna central fue el pedido de renuncia, acompañada por cánticos y panfletos que exigían cambios profundos en la conducción.
Los socios no solo se limitaron a la protesta presencial. Para el sábado, en la previa del partido ante Instituto, planean recolectar 5.000 firmas con el objetivo de convocar a una Asamblea que ponga a consideración el Dictamen del Tribunal de Ética del club. En este contexto, se escuchó con fuerza el clásico “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, reflejo de la profunda crisis de representatividad que atraviesa San Lorenzo.
El clima de descontento también se trasladó a la interna dirigencial. Ignacio Carreira, asambleísta y responsable del fútbol de Reserva, presentó su renuncia de manera pública. En su carta, Carreira argumentó que el “circo institucional” que vive la entidad ha sido determinante en su decisión de dar un paso al costado, lamentando el daño que eso genera en la institución azulgrana.
Mientras tanto, la incógnita gira en torno a si Moretti asistirá al estadio en el próximo compromiso del equipo. En mayo pasado, el presidente había acudido al Nuevo Gasómetro mientras aún estaba de licencia. Entonces, su presencia generó incomodidad tanto entre los hinchas como entre otros miembros de la comisión directiva, y debió retirarse tras un tenso cruce, escoltado por personal de seguridad.
Así, el regreso de Marcelo Moretti no solo reavivó el debate sobre el futuro político del club, sino que también evidenció la desconexión entre la actual conducción y la masa societaria, que reclama mayor transparencia y participación. El desenlace de este conflicto institucional se definirá en los próximos días, mientras crece la presión para que se convoquen a elecciones anticipadas y se busque una salida democrática a la crisis.


