El ministro de Economía, Luis Caputo, fue contundente al rechazar la posibilidad de una inminente dolarización en Argentina y puso el foco en el reciente acuerdo firmado con el Tesoro de Estados Unidos. El funcionario regresó de Washington con un swap de 20 mil millones de dólares bajo el brazo, una operación que, según sus palabras, constituye “la noticia económica más importante en décadas”.
En una entrevista televisiva, Caputo explicó que el Gobierno nacional mantendrá el actual esquema de bandas cambiarias y un régimen de tipo de cambio flotante. De esta manera, desestimó los rumores sobre la adopción del dólar como moneda oficial en el corto plazo. “Vamos a seguir en el esquema de bandas y el tipo de cambio flotará”, afirmó. Consultado sobre la posibilidad de avanzar hacia una dolarización, aclaró: “Puede ser una alternativa, sí, pero hoy está descartada”.
El ministro argumentó que la principal razón para descartar la dolarización es la falta de reservas suficientes. “No tenemos los dólares necesarios para asegurar que sería exitosa en este momento”, admitió. Asimismo, enfatizó que el objetivo del equipo económico es hallar un mecanismo monetario y cambiario que permita impulsar el crecimiento de la economía en el menor tiempo posible.
Caputo no escatimó elogios al entendimiento alcanzado en la capital estadounidense, al que calificó como “la noticia económica más importante desde que tengo uso de razón”. Según afirmó, el acuerdo representa un fuerte espaldarazo internacional: “Hoy la mayor potencia económica del mundo le dice a los argentinos que, si mantienen este rumbo económico, va a hacer lo que esté a su alcance para que les vaya bien”.
El ministro también destacó que la negociación no implica concesiones perjudiciales para el país. Frente a las críticas de la oposición, aseguró que Estados Unidos “no pide nada a cambio” y que se trata de una relación en la que ambas naciones se benefician. “No hay exigencias que perjudiquen a los argentinos ni viceversa. Son inversiones en la economía real”, subrayó.
Sobre los motivos que llevaron a sellar este swap en Washington, Caputo resaltó la estrategia diplomática del presidente, quien desde el inicio de su mandato definió a Estados Unidos e Israel como aliados estratégicos y “dedicó mucho tiempo y esfuerzo a fortalecer ese vínculo”. Según el ministro, el respaldo de Washington no es casual: “Estados Unidos identificó que hubo un ataque político, algo que el kirchnerismo no ocultó. El plano político generó la suba del dólar y del riesgo país”.
En ese sentido, Caputo sostuvo que la economía argentina venía mostrando signos de recuperación más rápido de lo esperado por la oposición, lo que habría motivado acciones para desestabilizar el escenario. “Cuando vieron esa mejoría, comenzó un ataque feroz”, aseguró.
El titular del Palacio de Hacienda también hizo referencia a la confianza que inspira el peso argentino en ciertos inversores. Citó el caso de Bessent, un especialista con 40 años en el sector privado, quien considera que el peso está subvaluado y ve una oportunidad de negocio en el país. “No te dan 20.000 millones de dólares porque sí, es porque confían en lo que estás haciendo”, remarcó Caputo.
Con este acuerdo, el Gobierno busca reforzar la estabilidad cambiaria y atraer inversiones, a la vez que descarta cambios radicales en la política monetaria. Para Caputo, el respaldo estadounidense es una señal clara de que Argentina está en el camino correcto y de que existen expectativas de mejora para la economía nacional, pese a las controversias políticas internas.


