La gesta de la Selección Argentina en el Mundial de Qatar 2022, una de las epopeyas deportivas más recordadas del país, sigue dejando huella no solo en los relatos periodísticos y celebraciones populares, sino también en la literatura. Distintos libros han reconstruido esa travesía que llevó a la gloria al equipo nacional, abordando su formación, sus protagonistas y los valores que la hicieron posible. Entre esas obras, destaca la biografía recientemente publicada de Lionel Scaloni, escrita por el periodista Diego Borinsky, quien se sumergió durante dos años en el universo personal y profesional del entrenador campeón del mundo.
El libro presenta un retrato integral de Scaloni, desde su infancia en Pujato hasta su rol central en la Selección, pasando por sus días en Europa y la vida familiar que forjó, siempre manteniendo intactos los valores de sencillez, compañerismo y compromiso. Borinsky narra cómo Scaloni, lejos de perderse en el aire de los laureles, mantiene una relación cercana con sus orígenes: sus padres, su abuela Lucía, su esposa e hijos, y los amigos de toda la vida.
La obra también revela la influencia decisiva de dos leyendas del fútbol argentino: César Luis Menotti y Carlos Salvador Bilardo. Menotti, además de convertirse en consejero directo, dejó una huella profunda en la concepción de juego y la importancia de la organización. Bilardo, por su parte, imprimió en Scaloni el rigor del detalle y la preparación minuciosa, elementos que se reflejaron en la planificación de cada partido del inolvidable ciclo de la Selección.
La construcción del equipo campeón no fue azarosa. El libro detalla cómo cada momento mágico, desde la atajada de Dibu Martínez frente a Randal Kolo Muani hasta el gol de Di María en la final, tuvo detrás horas de estudio y trabajo en el predio de Ezeiza, el lugar donde se gestó el grupo que cautivó a un país entero. Excompañeros y colaboradores, como Diego Markic y Matías Manna, destacan la capacidad de Scaloni para gestionar grupos y potenciar talentos, más allá de los aspectos tácticos. «No existe una comunicación jerárquica, sino horizontal. El clima de trabajo es ideal, la participación es real», resume Manna, subrayando el liderazgo discreto y efectivo de Scaloni.
La biografía de Borinsky no solo repasa logros deportivos, sino también la psicología de un hombre acostumbrado a convivir con la delgada línea entre el éxito y el fracaso. Tras el triunfo en el Maracaná ante Brasil, el propio Scaloni confesó haber sentido dudas, una muestra de humanidad y autocrítica en medio de la vorágine triunfal. El libro incluye testimonios de figuras como Rafa Nadal, Jorge Valdano, José Pekerman, Javier Saviola y Mauro Silva. Este último, campeón mundial con Brasil y excompañero en Deportivo La Coruña, resalta la humildad y sencillez de Scaloni, cualidades que nunca perdió pese a los éxitos alcanzados.
El staff técnico, con nombres como Roberto Ayala, Walter Samuel y Pablo Aimar, describe el ambiente de trabajo como horizontal y motivador. «No lo vemos como un jefe, sino como un referente», dice Ayala, mientras que el propio Scaloni minimiza los elogios: «El tren estaba, solo lo pusimos en las vías para que ande».
Los orígenes familiares del entrenador se remontan a la región italiana de Las Marcas, la misma de la que provienen los ancestros de Lionel Messi y Manu Ginóbili, hilando una curiosa conexión entre figuras icónicas del deporte argentino. Para Scaloni, sin embargo, la clave está en mantener los pies sobre la tierra, sin perder la esencia: un chico de pueblo apasionado por el folclore, el automovilismo y hoy el ciclismo, que tras conquistar el mundo, sigue siendo, ante todo, un hombre común.
En la cúspide de su carrera, Scaloni prefiere esquivar la estatua y el mito, y transmite una enseñanza simple, nacida de los días gloriosos y de los más difíciles: «Ganes o pierdas, mañana sale el sol». Su historia, ahora plasmada en las páginas de Borinsky, invita a comprender que detrás de los grandes logros, a veces, solo hay trabajo, humildad y una convicción inquebrantable.


