Mientras Javier Milei se presentaba en el escenario del Movistar Arena, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, manifestó su sorpresa y preocupación por la decisión del Presidente de realizar un evento de este tipo en medio de la situación que atraviesa el país. En una entrevista televisiva, Kicillof no escatimó en críticas hacia el mandatario nacional, calificando de «asombroso» el momento y el contexto elegido para el lanzamiento de su nuevo libro, acompañado de un show en vivo.

La reacción de Kicillof se produjo mientras las canciones interpretadas por Milei resonaban en el estadio de Villa Crespo. El gobernador cuestionó abiertamente la conducta del Presidente en un contexto de crisis social y productiva, y puso en duda el uso de los recursos públicos para actividades que, según él, distan mucho de las necesidades urgentes de la sociedad. «¿Qué hace el Presidente en esta crisis económica, con esta situación social, haciendo esto?», se preguntó, y remarcó que Milei debería «despertar» ante los problemas reales del país.

La entrevista también giró en torno a la reciente renuncia de José Luis Espert a su candidatura a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, un hecho que, según Kicillof, altera notablemente el escenario electoral a solo tres semanas de las elecciones legislativas. El gobernador sugirió que la salida de Espert podría estar motivada por intereses externos, e incluso ironizó al respecto sugiriendo que el lugar en la boleta de La Libertad Avanza podría ser ocupado por el ex presidente estadounidense Donald Trump.

Kicillof fue más allá en sus declaraciones y señaló que la influencia de la política norteamericana sobre la argentina es cada vez más notoria, deslizando que la administración de Milei estaría siguiendo directivas externas. «El jefe de campaña de La Libertad Avanza ya no es más Santiago Caputo, ahora es Donald Trump», afirmó, en referencia a la relación entre los equipos políticos de ambos países. Además, aseguró que la renuncia de Espert no está vinculada a las múltiples acusaciones en su contra, sino a una mera cuestión de conveniencia electoral, y que «los yanquis» podrían haber influido en la decisión.

El gobernador también recordó que el pasado 7 de septiembre, fecha de los comicios en la provincia de Buenos Aires, Milei interpretó los resultados como un plebiscito y, lejos de hacer una autocrítica tras la victoria de Fuerza Patria, profundizó su postura y viajó a Estados Unidos. Kicillof consideró que en ese momento «se le empezó a poner un límite a Milei» y que, de no haber ocurrido ese escenario electoral, Espert habría continuado como candidato.

Por último, Kicillof se refirió a las dudas que persisten sobre cómo se resolverá la situación de las boletas electorales para el 26 de octubre tras la salida de Espert, y bromeó con la posibilidad de que Donald Trump sea el reemplazante. «Si van a cambiar la boleta, que lo pongan a Trump», ironizó, en una clara crítica a la supuesta injerencia estadounidense en la política argentina.

De esta manera, el gobernador bonaerense dejó en evidencia las profundas diferencias con la gestión nacional y la preocupación por el rumbo político en medio de una crisis que, según sus palabras, requiere respuestas concretas y no espectáculos públicos.