Este sábado, el estadio de Platense será testigo de una final que promete quedar en la memoria del fútbol argentino. Gimnasia y Esgrima de Mendoza y Deportivo Madryn, dos equipos que han recorrido más de mil kilómetros y una larga temporada de ilusiones, se enfrentarán desde las 17 horas por el primer ascenso a la Liga Profesional. El encuentro, transmitido por TyC Sports, no solo definirá al campeón de la Primera Nacional, sino que también coronará la perseverancia de dos instituciones que, tras haber rozado el ascenso en 2023, vuelven a tener una cita con la historia.
Un total de 22 mil hinchas, 11 mil por cada lado, poblarán las tribunas de Vicente López. Por primera vez en el torneo, el VAR será protagonista —a cargo de Héctor Paletta— para acompañar el arbitraje de Nicolás Ramírez. Si el tiempo reglamentario termina igualado, habrá alargue y, de persistir la paridad, una definición por penales, método que no decide un ascenso desde el recordado desempate entre Barracas Central y Quilmes en 2021.
Gimnasia: historia centenaria y una nueva esperanza
Fundado en 1908, Gimnasia y Esgrima de Mendoza es el decano del fútbol mendocino y supo brillar en los viejos torneos Nacionales durante las décadas de 1970 y 1980, aunque su última aparición en la elite fue en 1984. Este año, el equipo llegó a la final tras liderar la peleada zona B, gracias a una ajustada victoria ante Defensores de Belgrano en la última jornada. El balance: 63 puntos, tres más que su escolta más cercano.
El camino, sin embargo, no estuvo exento de sobresaltos. A mediados de temporada, el club despidió a Ezequiel Medrán como entrenador y confió el plantel a Ariel Broggi, exayudante de Eduardo Coudet y con breve experiencia en Banfield. Bajo su mando, el «Lobo» mendocino mostró una defensa implacable —la menos vencida del certamen, con solo 18 goles recibidos en 34 partidos— y se apoyó en la solidez de jugadores como Diego Mondino e Ignacio Antonio, además de la eficacia goleadora de Facundo Lencioni y Nicolás Ferreyra.
El club sueña con volver a la Primera División y, de lograrlo, Mendoza podría tener tres representantes en la máxima categoría, algo que solo ocurrió una vez hace cincuenta años. Pero para ello, primero deberá superar a un rival que también quiere hacer historia.
Deportivo Madryn: un proyecto familiar y el sueño patagónico
Deportivo Madryn, bajo la conducción de Leandro Gracián desde hace 20 meses, alcanzó la final tras una campaña ascendente. El equipo tuvo un inicio irregular, pero se recuperó con una ofensiva letal —la más goleadora del torneo, con 45 tantos— y una racha de 13 victorias en los últimos 21 partidos. El cambio de estilo, priorizando la verticalidad, fue clave para superar a Atlanta, su principal perseguidor en la zona A.
El club, que celebró su centenario en 2023, ha sido dirigido en las últimas décadas por la familia Sastre, con Ricardo actualmente en la presidencia y su hermano Gustavo como intendente de Puerto Madryn. Este liderazgo familiar ha transformado al «Aurinegro» en una potencia regional que, tras consagrarse campeón del Federal A en 2021, busca ahora un inédito salto a la elite.
De lograr la victoria, Deportivo Madryn sería el primer equipo patagónico en Primera desde Cipolletti en 1985, y el tercero en la historia de Chubut en alcanzar la máxima categoría, sumándose a Huracán de Comodoro Rivadavia e Independiente de Trelew.
Un nuevo campeón de tierra adentro
Cualquiera sea el ganador, la final de Platense ratifica el dominio de los equipos del interior en la Primera Nacional: será el cuarto año consecutivo en que un club fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires se quede con el título. El que pierda, no obstante, tendrá una segunda oportunidad en el Reducido, buscando el ansiado segundo ascenso.
Este sábado, Gimnasia de Mendoza y Deportivo Madryn no solo se juegan un ascenso, sino también el sueño de escribir una página dorada en la historia de sus provincias y del fútbol argentino.


