La Fórmula 1 está al borde de un cambio de época, no solo por el inminente nuevo reglamento técnico que revolucionará la categoría, sino también por el surgimiento de protagonistas inesperados. Entre ellos, Franco Colapinto, el joven bonaerense de 22 años, se ha convertido en el nombre del momento dentro del equipo Alpine. Aunque la confirmación oficial todavía no salió a la luz, es un secreto a voces que la escudería francesa lo tendrá como uno de sus pilotos titulares en 2026, acompañando a Pierre Gasly.

Colapinto, quien desembarcó en Alpine tras un acuerdo de cinco años con Williams, comenzó el año como suplente y sin la garantía de continuidad, debiendo ganarse cada carrera su asiento. Desde su debut en Emilia Romagna, el argentino demostró un crecimiento sostenido y un temple poco habitual para su edad y experiencia. Esta actitud quedó en evidencia en el Gran Premio de Austin, donde desafió una orden de equipo para arrebatarle la posición a su experimentado compañero Gasly, un gesto que no solo mostró su determinación, sino que también convenció a Flavio Briatore, el empresario que lidera Alpine, de su potencial para ser el segundo piloto en la próxima era de la escudería.

Durante la temporada, la competencia interna fue feroz. Briatore había adelantado que la elección final entre Colapinto y el estonio Paul Aron se definiría en las últimas carreras. Sin embargo, el argentino respondió a la presión de manera contundente: fue más rápido que Aron en México durante la FP1 y superó en pista a Gasly en varias ocasiones, como en Singapur y Estados Unidos. Aunque la diferencia total en el mano a mano con Gasly sigue siendo ajustada (7 a 6 a favor del francés, quien acumula 173 grandes premios contra los 23 del bonaerense), el ascenso de Colapinto es innegable.

La historia reciente de Colapinto también está marcada por la adversidad. Es el único de los 20 pilotos actuales que no tuvo pretemporada, ya que solo los titulares reciben días de ensayos. Sin embargo, compensó esa desventaja con trabajo fuera del monoplaza, involucrándose a fondo en la puesta a punto y la comprensión del auto, aunque reconoce que la falta de experiencia le juega en contra. «Es un proceso de aprendizaje constante», admite, mientras se compara con Gasly, quien está en Alpine desde 2023.

En la Fórmula 1, el respaldo financiero es tan importante como el talento. Colapinto cuenta con el fuerte apoyo de Mercado Libre, que tiñó de amarillo el alerón trasero del Alpine en los últimos grandes premios y volverá a hacerlo en Brasil. La presencia en los boxes de ejecutivos de la marca, como Sean Summers y Marcos Galperin, así como otros sponsors, refuerza el interés que despierta el argentino tanto en el paddock como en el mercado sudamericano.

Brasil será un punto de inflexión para Colapinto. El Gran Premio de Interlagos, considerado por el piloto como su «carrera de casa» por la cercanía con Argentina, promete ser el escenario de un posible anuncio oficial sobre su continuidad. Miles de hinchas argentinos se preparan para copar el autódromo, mientras Colapinto sueña con regalarles un gran resultado y, quizás, la noticia que muchos esperan: la confirmación de su titularidad en Alpine.

El camino hasta aquí no estuvo exento de dificultades. El año pasado, un diluvio en Interlagos arruinó su participación cuando estaba con Williams. Esta temporada, la falta de presupuesto en el equipo sumó otro desafío, y el formato de carrera sprint tampoco lo favorece. «Los fines de semana de sprint siempre son más difíciles por la falta de tiempo para probar», reconoce. Sin embargo, la confianza que ha ido ganando en el equipo y la mejora en su rendimiento lo posicionan como el gran candidato a quedarse con el ansiado asiento.

Colapinto lo resume con una frase contundente: «La historia no la escriben los cobardes». Su presente es radicalmente distinto al del año pasado. Ahora, trabaja codo a codo con ingenieros y mecánicos, sabiendo que el esfuerzo es para construir un futuro sólido junto a Alpine. Si el anuncio se concreta, el joven argentino podrá correr, por primera vez desde su llegada a la escudería, con la tranquilidad de tener su lugar asegurado. Y ese será, sin dudas, el primer paso para cambiar la historia del automovilismo nacional en la máxima categoría.