Felipe Massa, ex piloto brasileño de Fórmula 1, ha reavivado uno de los episodios más escandalosos del automovilismo mundial al demandar por 85 millones de dólares a la Fórmula One Management (FOM), a la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y a Bernie Ecclestone, quien fuera el máximo responsable de la categoría. La demanda, presentada este miércoles en el Tribunal Superior de Londres, acusa a las máximas autoridades del deporte de encubrir el denominado ‘Crash Gate’, un incidente que, según Massa, le costó el título mundial de 2008.

El reclamo de Massa apunta a la pérdida de ingresos y patrocinios, además de incumplimiento de deber por parte de las autoridades. El brasileño sostiene que la manipulación en el Gran Premio de Singapur de 2008, donde Nelson Piquet Jr. chocó su monoplaza deliberadamente tras órdenes del equipo Renault, alteró el resultado de la carrera y marcó el destino del campeonato, que Massa perdió ante Lewis Hamilton por apenas un punto.

Actualmente, la defensa de la FIA y del propio Ecclestone solicitó al tribunal que el caso sea desestimado. David Quest, abogado de Ecclestone, calificó la acción de Massa como un «intento equivocado» de reabrir el resultado del campeonato de 2008. Por su parte, John Mehrzad, representante legal de la FIA, argumentó que la demanda omite varios errores cometidos por el propio Massa durante aquella temporada.

No obstante, Nick De Marco, abogado de Massa, insistió ante el juez que existen fundamentos sólidos para llevar el caso a juicio completo y que hay una «perspectiva real de éxito». La audiencia se extenderá hasta el viernes, aunque el fallo final se conocerá más adelante.

El origen del escándalo: el ‘Crash Gate’

El 28 de septiembre de 2008, en el primer Gran Premio nocturno de la historia de la Fórmula 1, el piloto brasileño Nelson Piquet Jr. se estrelló contra el muro en la vuelta 13. La colisión se produjo instantes después de que su compañero de equipo, Fernando Alonso, ingresara a boxes, lo que permitió al español ganar la carrera. Inicialmente, el accidente no levantó sospechas, pero un año después el propio Piquet confesó que había sido ordenado a chocar por el director del equipo Renault, Flavio Briatore, y el ingeniero Pat Symonds. La maniobra buscaba beneficiar a Alonso, alterando el desarrollo natural de la competencia.

La revelación desató una investigación de la FIA que terminó con sanciones: Renault fue suspendido por dos años (aunque continuó en la categoría tras desvincular a los responsables), Briatore fue expulsado de por vida y Symonds suspendido durante cinco temporadas. Sin embargo, las penas no se aplicaron en su totalidad: Briatore fue indultado y Symonds regresó a la Fórmula 1 pocos años después, mientras que Renault siguió compitiendo.

Confesiones y repercusiones

El asunto volvió a escena en 2023, cuando Bernie Ecclestone admitió en una entrevista que la FIA debió haber anulado el Gran Premio de Singapur y que Massa fue «engañado» y merecía el campeonato. Según Ecclestone, ya en 2008 existía información suficiente para investigar el accidente, pero optaron por no actuar para proteger la imagen del deporte. «Massa fue engañado y merecía el título», reconoció el ex jefe de la Fórmula 1, quien lamentó la situación que vivió el brasileño.

En Brasil, las palabras de Ecclestone generaron un fuerte impacto. Massa reiteró que su lucha no es por una compensación económica, sino por justicia deportiva. Según sus cálculos, si la carrera de Singapur hubiese sido anulada, Hamilton no habría sumado los seis puntos que le dieron el campeonato, mientras que él habría alcanzado 97 unidades y se habría consagrado campeón mundial.

El llamado ‘Crash Gate’ sigue siendo una de las controversias más profundas en la historia de la F1, y ahora, con la demanda de Massa, la categoría podría enfrentar una revisión histórica de uno de sus títulos más discutidos.