Han transcurrido dos meses desde el emotivo adiós de Emiliano Martínez al Aston Villa, tras un triunfo sobre el Tottenham. Aquel día, el arquero argentino dejó el campo de juego entre lágrimas, presagiando lo que parecía ser su despedida del club inglés. Con la expectativa de un nuevo destino en el horizonte, Martínez, considerado uno de los mejores en su posición a nivel mundial, se encuentra cerca de unirse al Manchester United.
El interés de otros clubes de renombre no faltó. El FC Barcelona, en su momento, mostró interés por Martínez, aunque finalmente optó por incorporar a Joan García del Espanyol. También surgieron propuestas de equipos árabes y del Galatasaray turco, pero fue el Manchester United el que avanzó decisivamente en las negociaciones. El técnico portugués Rubén Amorim, quien lidera al equipo inglés, ha expresado su admiración por el liderazgo del arquero argentino, lo que ha facilitado el proceso.
Las conversaciones entre el Aston Villa y el Manchester United están en curso, y se espera que el traspaso supere los 25 millones de euros, una cifra que refleja la importancia de Martínez en el fútbol actual. Este movimiento significaría un notable avance en su carrera, al unirse a un club con un impresionante historial que incluye 20 títulos de la Premier League, tres Champions League y otros trofeos internacionales.
El recorrido de Martínez en el fútbol inglés ha sido extenso. Sin haber debutado en su club formativo, Independiente, fue vendido al Arsenal en 2012. Sin embargo, su camino no fue sencillo, ya que pasó por varios clubes en calidad de préstamo antes de consolidarse. Sus cesiones incluyeron al Oxford United, Sheffield Wednesday, Rotherham United, Wolverhampton Wanderers y Reading, todos en el Championship, hasta que finalmente encontró estabilidad y éxito en el Aston Villa.
Durante su tiempo en el Aston Villa, Martínez disputó 212 partidos en cinco temporadas, siendo una pieza clave en el equipo que terminó cuarto en la Premier League 2023-24 y logró clasificarse para la Champions League. Su desempeño en la competencia europea fue sobresaliente, destacándose en la victoria sobre el Bayern Múnich y en una reñida serie de cuartos de final contra el Paris Saint-Germain, que terminó con un ajustado global de 5-4 en favor del equipo francés.


