Este domingo 26 de octubre, los argentinos volverán a las urnas en unas elecciones legislativas que prometen reconfigurar el panorama político nacional. Se trata de una cita clave en la que se renovará la mitad de la Cámara de Diputados —127 bancas— y un tercio del Senado, con 24 escaños en juego. A partir del 10 de diciembre, nuevos legisladores ocuparán sus puestos en el Congreso, marcando un antes y un después tanto para el oficialismo como para la oposición.

Uno de los aspectos más relevantes de estos comicios es la presencia de acuerdos inéditos y la conformación de frentes que buscarán posicionarse como mayoría legislativa. La Libertad Avanza, fuerza que irrumpió con fuerza en los últimos años, selló una alianza estratégica con el PRO en numerosas provincias de peso, incluidas Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por su parte, el kirchnerismo apostó a la unidad bajo un nuevo sello nacional: Fuerza Patria, que nuclea a diversos sectores del peronismo en la búsqueda de retener o ampliar su presencia parlamentaria.

La importancia de estas elecciones radica no solo en los nuevos nombres que llegarán al Congreso, sino también en la partida de dirigentes de alto perfil que, tras concluir sus mandatos el 10 de diciembre, dejarán vacantes que serán objeto de intensa disputa. Entre quienes se despiden de sus bancas figuran referentes de distintas fuerzas políticas: Fernando Iglesias, Leopoldo Moreau, José Luis Espert, Martín Tetaz y Oscar Parrilli son solo algunos de los nombres destacados que observan la contienda electoral desde afuera, al no presentarse como candidatos en esta ocasión. Sus salidas abren interrogantes sobre el futuro de los bloques y el recambio generacional en el Parlamento.

Parte del debate actual en los partidos políticos gira en torno a las proyecciones sobre cuántos lugares podrán asegurar en el Congreso tras el recambio. Tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en la provincia homónima, tradicionales epicentros de la política nacional, los principales espacios apuestan fuerte con listas encabezadas por figuras reconocidas y emergentes, en el marco de una campaña marcada por la polarización y el surgimiento de nuevas alianzas.

Estas elecciones, además, marcan un hito en la historia electoral argentina: por primera vez se implementará el sistema de boleta única de papel en todo el país, una reforma aprobada en 2024 que busca agilizar y transparentar el proceso de votación. Los ciudadanos ya pueden consultar el padrón definitivo, elaborado por la Cámara Nacional Electoral en conjunto con el Renaper, para verificar su lugar de votación y prepararse para la jornada del domingo.

En el Senado, ocho jurisdicciones elegirán a sus representantes: cada una designará tres senadores nacionales, conforme lo establece la Constitución. Este esquema garantiza la representación federal en la Cámara Alta, mientras que en Diputados la renovación alcanza la mitad de las bancas, que se distribuyen entre las provincias según su población.

El resultado de estos comicios será determinante para el equilibrio de poder en el Congreso, la aprobación de futuras leyes y el rumbo político de la Argentina en los próximos años. Con alianzas renovadas, frentes unificados y la salida de legisladores emblemáticos, el escenario se presenta abierto y cargado de expectativas.