Las delegaciones de Estados Unidos y China alcanzaron este domingo en Kuala Lumpur un «acuerdo preliminar» tras dos intensos días de negociaciones comerciales, un paso que podría marcar un giro en la relación entre ambas potencias y preparar el terreno para una inminente reunión entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping.
El anuncio se produjo al término de las conversaciones celebradas en la Torre Merdeka 188, donde el representante de Comercio Internacional de China, Li Chenggang, subrayó que ambas partes encontraron propuestas adecuadas para atender las preocupaciones mutuas y que, en adelante, cada país deberá iniciar sus respectivos procesos internos de aprobación del acuerdo. Sin embargo, Li evitó detallar el contenido específico del entendimiento, aunque sí reveló que el diálogo abordó asuntos como los controles a las exportaciones, la posible extensión de la suspensión de aranceles recíprocos y la cooperación en materia de combate al fentanilo.
Estados Unidos y China también discutieron la ampliación del comercio bilateral, así como las recientes medidas estadounidenses relativas a tarifas portuarias impuestas a buques chinos. Li reconoció que Washington mantuvo una postura firme durante las negociaciones, mientras Pekín defendió sus intereses con determinación. Esta ronda de conversaciones, la quinta desde abril y la más reciente tras la celebrada en Madrid el mes pasado, se dio en el contexto de una escalada en la disputa comercial entre ambos países.
En forma paralela, Donald Trump arribó a Kuala Lumpur para participar en la cumbre de líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), evento realizado en el Centro de Convenciones de la capital malasia. La coincidencia temporal de ambos acontecimientos subraya la relevancia del escenario asiático en la geopolítica y el comercio internacional.
Horas antes del anuncio, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, destacó que ambos países han establecido «bases muy sólidas» para garantizar un encuentro exitoso entre Trump y Xi, previsto para el 30 de octubre en Corea del Sur, en lo que será la primera gira asiática del mandatario norteamericano desde el inicio de su nuevo mandato. Según Bessent, las conversaciones incluyeron temas comerciales, el acceso a tierras raras —minerales estratégicos cuya producción China domina—, la problemática del fentanilo, el futuro de TikTok y la relación general entre ambos países.
Por su parte, Jamieson Greer, representante comercial de Estados Unidos, señaló que ambas delegaciones estaban puliendo los últimos detalles del posible acuerdo, que aún debe ser ratificado por los líderes de las dos naciones. Trump, optimista, manifestó antes de reunirse con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en el marco de la ASEAN, su confianza en que se logrará un entendimiento con Xi. Incluso sugirió la posibilidad de futuros encuentros bilaterales en China y Estados Unidos tras la cita en Corea del Sur.
El contexto de las negociaciones es especialmente delicado. Las recientes restricciones chinas a la exportación de tierras raras —utilizadas en tecnología y defensa—, provocaron la amenaza de Washington de imponer un nuevo arancel del 100% a los productos chinos a partir del 1 de noviembre. De concretarse, la tasa efectiva podría alcanzar hasta el 157%. Además, a mediados de octubre, ambas naciones implementaron tasas portuarias recíprocas, y la administración Trump inició una investigación sobre un posible incumplimiento chino del acuerdo comercial firmado en 2020, que Pekín sostiene haber respetado meticulosamente.
Tras el encuentro en Kuala Lumpur, el viceprimer ministro chino, He Lifeng, remarcó que un desarrollo estable de las relaciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos es fundamental para los intereses de ambos países y sus ciudadanos. Hizo un llamado a preservar los avances conseguidos en la capital malasia, en un momento en que el mundo observa expectante los próximos pasos de las dos mayores economías del planeta.
