El Gran Premio de Malasia de Moto3 vivió uno de sus momentos más conmocionantes el pasado domingo, cuando un accidente en la vuelta previa dejó al piloto suizo Noah Dettwiler en estado crítico y obligó a la organización a modificar el cronograma de carreras.

Dettwiler, quien afrontaba su segundo año completo en la categoría, fue embestido desde atrás por el español José Antonio Rueda, reciente campeón mundial de Moto3. Ambos circulaban a alta velocidad en la vuelta previa, cuando el impacto proyectó a los dos pilotos por el aire, deteniendo de inmediato la actividad en el circuito de Sepang. La gravedad del accidente llevó a la intervención urgente de una ambulancia y el posterior traslado en helicóptero de ambos corredores a un hospital cercano.

Mientras que Rueda, que logró asegurarse el título mundial tras el Gran Premio de Japón, sufrió una fractura en la mano y permaneció consciente en todo momento, la situación de Dettwiler fue mucho más delicada. Según informaron su equipo y familiares a través de las redes sociales, el piloto suizo fue sometido a varias cirugías en las horas siguientes al siniestro. Los procedimientos quirúrgicos se desarrollaron con éxito, aunque los médicos mantienen un pronóstico reservado: su estado es estable pero crítico.

La incertidumbre marcó el ambiente durante varias horas, mientras la información oficial sobre el estado de los pilotos tardaba en llegar. MotoGP, la organización encargada del campeonato, emitió un comunicado agradeciendo la comprensión y solicitando respeto absoluto por la privacidad de Dettwiler y su entorno.

El accidente no fue el único sobresalto de la jornada para Rueda. Antes del choque, el español había sido sancionado por una maniobra peligrosa durante la segunda sesión de clasificación, lo que le valió una doble penalización de ‘vuelta larga’ en carrera. Estos inconvenientes se suman a un fin de semana que, según describió el periodista Daniel Rosich, estuvo marcado por una sensación de preocupación y desconcierto entre pilotos, equipos y seguidores.

El incidente obligó a los organizadores a reprogramar el resto de la jornada. La carrera de Moto3 se redujo de las quince vueltas originales a solo diez, mientras que la competencia de Moto2 fue desplazada al final de la jornada, después de la prueba principal de MotoGP.

Pese a la conmoción, la actividad deportiva siguió adelante. El japonés Taiyo Furusato, a bordo de una Honda, celebró su primer triunfo en la categoría, acompañado en el podio por Ángel Piqueras y Adrián Fernández. Entre los diez primeros también se destacaron David Almansa, Ryusei Yamanaka, Álvaro Carpe, Máximo Quiles, Scott Ogden, Brian Uriarte y el argentino Valentín Perrone. Este último cerró una destacada actuación en su temporada debut, ubicándose décimo en la carrera y en el campeonato mundial con 127 puntos.

El accidente en Sepang vuelve a poner en el centro del debate la seguridad en las categorías menores del motociclismo, donde la juventud y el ímpetu de los pilotos se enfrentan a los riesgos inherentes de la alta competencia. Por ahora, la comunidad del motociclismo internacional permanece a la espera de más novedades sobre la evolución de Noah Dettwiler, mientras acompaña con mensajes de apoyo al joven suizo y su familia.