Diego Santilli, recientemente electo diputado, sorprendió a propios y extraños al cumplir en vivo una promesa que había hecho durante la campaña: pelarse si ganaba las elecciones legislativas. El hecho ocurrió este lunes durante la transmisión del programa conducido por el influencer libertario Gordo Dan, y no faltaron momentos de humor y anécdotas que quedarán en la memoria de la política argentina.
La historia comenzó semanas atrás, cuando José Luis Espert renunció a su candidatura y la Justicia prohibió reimprimir boletas con la imagen de Santilli. Bajo esa presión, el dirigente de La Libertad Avanza (LLA) lanzó la promesa: si lograban imponerse en las urnas en la provincia de Buenos Aires, se raparía la cabeza.
Fiel a lo pactado, Santilli llegó al estudio de Carajo Stream a bordo de la icónica «Santilleta», la camioneta que utilizó en la campaña, acompañado por Cristian Ritondo. En el lugar lo esperaban su compañera de fórmula, Karen Reichardt, y el propio Gordo Dan, junto a su staff. El clima era festivo, ya que el triunfo de LLA en la provincia fue celebrado como un hito dentro del espacio político.
«No la estoy pasando bien, solo lo hago para cumplir con mi palabra», confesó Santilli antes de sentarse en el sillón de peluquería. Fue Reichardt, conocida también por su participación en la Brigada Cola, quien tomó la máquina y dio el primer paso, cortándole una franja de cabello a su compañero. Luego, uno de los hijos de Santilli se sumó a la tarea, y finalmente fue el reconocido peluquero «El Tano» de Il Figaro —famoso por atender a celebridades y deportistas— quien completó el trabajo.
Debido a intervenciones quirúrgicas previas en la zona de la nuca, Santilli aclaró que no podía raparse completamente, pero el resultado fue igualmente llamativo: una cabellera mucho más corta de lo habitual. «Di la palabra y me rapé», enfatizó el diputado electo tras terminar.
La escena no terminó ahí. Animados por el ambiente, el propio Gordo Dan y sus columnistas Mariano Pérez, el Gordo Pablo, Nicolás Promanzio y Tonio también pasaron por las manos de El Tano y Reichardt, terminando todos pelados en señal de festejo por la victoria de La Libertad Avanza. La diputada electa, con la camiseta de River puesta, se mostró entusiasta cortando el pelo a los protagonistas del programa. «Son unos chicos que me divierten mucho y si hubiese estado el día de la promesa, hubiese prometido lo mismo», expresó Reichardt más tarde en declaraciones televisivas.
Al salir del estudio, una guardia periodística aguardaba a Santilli. Allí, el diputado electo confesó: «Nunca me rapé en mi vida». Explicó que la promesa surgió por la incertidumbre sobre si su nombre estaría en la boleta, y cómo el pedido de «pelate, pelate» se viralizó en redes y en la calle, hasta convertirse en una presión divertida pero efectiva.
En sus redes sociales, Santilli resumió el momento con una frase que marcó la jornada: «La palabra y las promesas se cumplen». El video del rapado rápidamente se viralizó, sumando un capítulo insólito y distendido a la política argentina, donde cumplir con la palabra dada —al menos en esta ocasión— fue literal.
Antes de subirse nuevamente a la Santilleta, Santilli reflexionó sobre el resultado de los comicios: «No quise tener números, soy de los que me gusta ir a la calle y ver lo que pasa. En el pulso me daba que iba a descontar. La sociedad decidió no volver atrás».
Así, entre festejos, máquinas de cortar pelo y un clima de alegría, la política sumó una nueva anécdota para el recuerdo, demostrando que a veces las promesas no solo se hacen, sino que también se cumplen, incluso de la manera más inesperada.


