La visita del Manchester City al estadio del Aston Villa volvió a transformarse en una experiencia frustrante para el equipo dirigido por Pep Guardiola. Por tercera vez consecutiva, los de celeste se marcharon de Birmingham sin puntos, sin goles y con la sensación de no haber encontrado respuestas ante el sólido planteo táctico de Unai Emery.
Esta vez, la derrota fue por la mínima, tras un potente zurdazo de Matty Cash a los 19 minutos, que sorprendió a Gianluigi Donnarumma y puso en ventaja al local. A partir de allí, el City intentó imponer su dominio habitual de la pelota, llegando a controlar el 70% de la posesión en el primer tramo del partido. Sin embargo, la estadística resultó engañosa: apenas un remate al arco en todo ese primer tiempo, obra de Erling Haaland, que no pudo superar al arquero argentino Emiliano ‘Dibu’ Martínez.
El Aston Villa no solo se defendió con orden, sino que fue más claro en sus intenciones. Incluso, perdió por lesión a Emi Buendía, pero nunca resignó su postura ofensiva. McGinn estuvo cerca de ampliar la diferencia, pero la solidez defensiva del City, con Ruben Dias salvando el segundo gol en el inicio de la segunda mitad, mantuvo con vida a los visitantes.
Con el correr de los minutos, el equipo de Guardiola se volcó decididamente al ataque. Emery respondió replegando líneas y reforzando su defensa. El City acumuló centros y buscó por todas las vías, especialmente por la banda izquierda con la velocidad de Doku, pero siempre chocó contra un muro. Dibu Martínez respondió cada vez que fue exigido, mientras Pau Torres y Onana bloquearon intentos decisivos en el área.
El ritmo del partido se intensificó en el complemento. Guardiola buscó variantes desde el banco, sumando a Doku, O’Reilly y Nico González en busca de mayor profundidad. Sin embargo, la defensa del Villa, atenta y sacrificada, neutralizó cada avance. Hubo momentos de drama en ambas áreas: Donnarumma tuvo que intervenir con dos grandes paradas ante intentos de Jadon Sancho, mientras que Haaland volvió a encontrarse con el arquero argentino, que atrapó sin problemas su cabezazo.
El técnico español del Villa no se conformó: reforzó aún más el bloque defensivo, especialmente tras la salida de Sancho, quien había ingresado por el lesionado Buendía. El City, por su parte, apostó fuerte en ataque con el ingreso de Ryan Cherki en busca de un milagro ofensivo que nunca llegó.
La escena que resumió la noche del City fue un gol anulado a Haaland por fuera de juego, quien además terminó golpeándose contra el palo en su intento por igualar el marcador. Fue la imagen de la impotencia y la frustración ante un Aston Villa que festejó intensamente su victoria.
Con este resultado, el City suma tres derrotas seguidas en Birmingham y sigue sin poder descifrar el planteo de Emery, que ha convertido su estadio en una fortaleza inexpugnable para los de Guardiola. Mientras tanto, el Aston Villa celebra no solo los tres puntos, sino también la actuación consagratoria de Dibu Martínez y el golazo de Matty Cash, nombres propios de una noche inolvidable para los locales.


