La economía de Estados Unidos enfrenta un nuevo desafío tras conocerse que, en julio, la balanza comercial registró un déficit de u$s78.300 millones, la cifra más alta de los últimos cuatro meses. Este dato llega en medio de una intensa disputa judicial y política sobre los aranceles a las importaciones, una medida central de la administración Trump.
El informe publicado por el Departamento de Comercio reveló que las importaciones de bienes y servicios crecieron un 5,9% respecto al mes anterior, mientras que las exportaciones apenas aumentaron un 0,3%. Esta brecha amplió el déficit a niveles que no se veían desde marzo, cuando se alcanzó el récord de u$s138.300 millones, justo antes del denominado «Día de la Liberación» el 2 de abril, fecha clave en el debate sobre política comercial.
Los socios con mayor déficit
El mayor desbalance comercial fue registrado con México, que sumó u$s16.600 millones. Vietnam y China también aparecen en los primeros lugares, con u$s16.100 millones y u$s14.700 millones respectivamente. Taiwán y la Unión Europea completan la lista de los principales socios con los que Estados Unidos mantiene déficits significativos, alcanzando u$s13,5 mil millones y u$s8,6 mil millones, respectivamente.
Aranceles bajo la lupa de la Corte Suprema
En paralelo a la difusión de los datos comerciales, la administración de Donald Trump solicitó a la Corte Suprema que se expida antes del 10 de septiembre sobre la legalidad de los nuevos aranceles impuestos a las importaciones, luego de que una Cámara de Apelaciones dictaminara que el presidente había excedido sus atribuciones al implementarlos. El Departamento de Justicia apeló el fallo y pidió acelerar el proceso para que los alegatos puedan presentarse en noviembre.
Trump, lejos de retroceder, advirtió que si la Corte confirma la decisión de la Cámara, Estados Unidos podría verse obligado a revertir acuerdos comerciales alcanzados con la Unión Europea, Japón, Corea del Sur y otros países, lo que sumaría incertidumbre al panorama global.
Preocupaciones empresariales y efectos económicos
El contexto legal y político impacta directamente en el sector privado. Según un reporte de la banca empresarial Schwab, la posibilidad de que los aranceles sean declarados ilegales genera incertidumbre en las empresas, que ahora aguardan la decisión definitiva del máximo tribunal. Además, subrayan que si bien el presidente tiene otras vías para imponer gravámenes, estas opciones son mucho más limitadas en alcance y duración.
El sector manufacturero ya siente el impacto. El índice PMI manufacturero del ISM correspondiente a agosto, conocido esta semana, mostró 14 menciones directas a los aranceles en su sección de comentarios, reflejando la presión sobre los fabricantes. El índice se ubicó en 48,7 puntos, por debajo del valor esperado y en zona de contracción desde febrero, aunque por encima del 38 registrado previamente. El subíndice de empleo también se mantuvo en terreno negativo, con 43,8 puntos, levemente mejor que el valor de julio pero aún preocupante. Como dato positivo, las nuevas órdenes repuntaron hasta 51,4 puntos, superando las expectativas de los analistas.
La inflación como amenaza adicional
Los temores sobre la inflación vinculada a los aranceles también persisten. Schwab advierte que el incremento de precios podría convertirse en un obstáculo adicional para la recuperación económica. El Índice de Precios al Productor de julio, difundido recientemente, mostró una suba del 0,9% mensual, muy por encima del 0,2% esperado y del dato de junio, que no había registrado variación.
Con la próxima publicación del índice correspondiente a agosto, prevista para el 10 de septiembre, los mercados y los analistas seguirán de cerca la evolución de los precios y el impacto que las disputas comerciales y judiciales puedan tener en la economía estadounidense.


