La historia del heavy metal está marcada por encuentros, desencuentros y, sobre todo, por la creatividad explosiva de sus protagonistas. Uno de los capítulos más intensos involucra a Dave Mustaine y su salida de Metallica en 1983, un episodio que, según el propio Lars Ulrich, fue tanto lo mejor como lo peor que les pasó. Aquella expulsión, marcada por conflictos y excesos, llevó a Mustaine a tomar una decisión radical: fundar su propia banda, Megadeth, para demostrar su valía y, de paso, dejar su huella en la historia del género.
Cuatro décadas después de aquel primer show de Megadeth en Berkeley, California, la banda se prepara para despedirse de los escenarios. El anuncio llegó a través de las redes sociales: en enero de 2026 lanzarán su último álbum y, en abril, se presentarán por última vez en Argentina, como parte de una gira mundial que marcará el cierre de su carrera. El disco final llevará el nombre de «Ride the Lightning», título que evoca uno de los momentos más emblemáticos de la relación entre Mustaine y Metallica.
La elección no es casual. «Ride the Lightning» es también el nombre del segundo álbum de Metallica, lanzado en 1984, y de una canción que Mustaine coescribió con James Hetfield antes de su salida de la banda. En un emotivo mensaje, Mustaine explicó que decidió grabar nuevamente este tema para el álbum final de Megadeth como un gesto de respeto hacia Hetfield y una forma de cerrar un ciclo. «Pensé que sería bueno mostrar respeto y tocar las canciones que escribí con Metallica, honrando nuestra amistad, aunque se haya deteriorado con los años», expresó el músico.
Esta no es la primera vez que ambos universos musicales se cruzan. En el pasado, tanto Metallica como Megadeth han interpretado sus respectivas versiones de «The Four Horsemen», un tema nacido de la colaboración entre Mustaine, Hetfield y Ulrich, y que en Megadeth se conoce como «Mechanix». Durante años, Mustaine utilizó esta canción para reivindicar su aporte creativo en la etapa fundacional de Metallica, llegando a proclamar en vivo: «Así se toca esta canción». Sin embargo, en esta despedida, el tono es distinto, marcado por la reconciliación y el reconocimiento mutuo.
Si bien Mustaine no mencionó directamente a Ulrich ni a Kirk Hammett (quien lo reemplazó en Metallica), la relación entre los músicos ha mostrado signos de distensión en la última década. Un punto de inflexión fue la reunión de «los cuatro grandes» del thrash metal —Metallica, Slayer, Megadeth y Anthrax— en el Sonisphere Festival de Sofía, Bulgaria, en 2010. Aquella jornada histórica demostró que, más allá de las rivalidades, existe un respeto compartido por el aporte de cada banda al desarrollo del subgénero, famoso por su velocidad, la complejidad técnica de sus guitarras y baterías, y una energía arrolladora en el escenario.
El álbum final de Megadeth promete ser un cierre a la altura de una carrera marcada por la pasión y la perseverancia. Entre los títulos de las nuevas canciones, destaca «La última nota», que pondrá el broche de oro a la obra de Mustaine tras años de rivalidad, venganza y, finalmente, reconciliación. Mientras los seguidores esperan conocer las letras de este último tema, la banda se despide dejando un legado imborrable y, quizás, una lección sobre la posibilidad de dejar atrás viejas heridas para celebrar el arte y la amistad.

 
                                    
