Boca Juniors se prepara para un partido fundamental frente a Barracas Central, pero en las últimas horas la atención se desvió hacia una noticia que sacudió al mundo xeneize: la inminente alianza con Hard Rock Café. El club busca aprobar en una Asamblea Extraordinaria, convocada para este miércoles, un proyecto que convertiría a La Bombonera en el primer estadio del mundo en tener un local de la famosa cadena estadounidense, con presencia en 175 ciudades.
El acuerdo, encabezado por la actual dirigencia y Juan Román Riquelme, no tardó en suscitar fuertes cuestionamientos desde sectores opositores. Andrés Ibarra, ex candidato a presidente, y Jorge Reale, destacado dirigente, se posicionaron abiertamente en contra de la iniciativa, criticando duramente los términos del contrato y su impacto institucional.
Según los detalles que trascendieron, el convenio con Hard Rock Café tendría una vigencia de diez años. La multinacional se comprometería a una facturación mínima anual de 100 mil dólares y realizaría un desembolso inicial de 2 millones de dólares para infraestructura, ambientación, mobiliario y equipamiento del local. Además, Boca percibiría regalías equivalentes al 7% de las ventas de merchandising.
Sin embargo, las voces disidentes cuestionan el acuerdo por considerar insuficientes los beneficios económicos y por la cesión del uso de la marca y el escudo del club. «El contrato con Hard Rock Café carece de seriedad y es perjudicial para Boca. No solo es bajo el monto de la concesión, sino que permiten el uso de nuestro escudo para vender merchandising sin que el club reciba el retorno que merece. Además, Boca debe hacerse cargo de las obras previas», expresó Ibarra a través de sus redes sociales. Reale, por su parte, fue aún más duro y denunció una supuesta falta de transparencia y resguardo de la identidad xeneize.
Desde la dirigencia, la respuesta no se hizo esperar. Ricardo Rosica, secretario general del club, defendió la iniciativa y relativizó las críticas. «Estamos concesionando por diez años una confitería que no generaba ingresos desde antes de la pandemia. El último contrato, firmado en 2017, era de apenas 2.500 dólares mensuales y desde entonces no ingresó un peso. Ahora, con Hard Rock, Boca recibirá el 7% de la facturación y una inversión millonaria en equipamiento. Las obras estructurales ya estaban previstas en el plan de remodelación del estadio», explicó Rosica en el canal oficial del club.
El directivo también subrayó que el acuerdo busca revitalizar un espacio que estaba en desuso y que ahora podría convertirse en uno de los restaurantes más visitados y rentables de la cadena a nivel global. Hard Rock Café proyecta que el local de La Bombonera esté entre los tres con mayor movimiento del mundo, junto a los de Londres y Nueva York, calculando unas 100.000 comidas servidas al año y una recaudación de 350 millones de pesos para Boca.
Mientras tanto, la grieta interna en el club se profundiza y la votación de la Asamblea será clave para el futuro del proyecto. Los socios y socias de Boca aguardan expectantes una resolución que, más allá del resultado deportivo inmediato, podría transformar para siempre la experiencia de visitar La Bombonera, combinando tradición futbolera con el perfil internacional de una marca icónica.


