En una noche especial en la Bombonera, Boca Juniors logró una contundente victoria por 5-0 sobre Newell’s, pero el resultado en el marcador no fue lo único que marcó la jornada. El equipo, liderado en la cancha por Claudio Ubeda y Leandro Paredes, tuvo un claro destinatario para este triunfo: Miguel Ángel Russo, el director técnico, ausente por recomendación médica debido a complicaciones de salud.
Claudio Ubeda, quien ha asumido la conducción técnica en los últimos partidos, fue el primero en poner en palabras el sentir de todo el grupo. “Queremos dedicarle el triunfo a Miguel, que seguramente nos estuvo mirando por TV”, expresó el ayudante de campo en la conferencia de prensa posterior al partido, subrayando la conexión permanente que mantiene el cuerpo técnico con Russo. “Aunque no esté físicamente, está al tanto de todas las decisiones. Le deseamos lo mejor y queremos que se recupere pronto”, agregó Ubeda, evidenciando la preocupación y el afecto que une al grupo con el entrenador principal.
La situación de Russo ha generado un clima especial en el vestuario xeneize. El DT lleva varias semanas alternando entre su hogar y el sanatorio Fleni, siguiendo estrictas indicaciones médicas para no poner en riesgo su salud. Por este motivo, se ha mantenido alejado de las prácticas y de los últimos encuentros, confiando en su equipo de trabajo para llevar adelante la conducción del plantel.
El respaldo a Russo se hizo sentir también desde la voz de los referentes en el campo. Leandro Paredes, capitán de Boca, enfatizó: “Queremos dedicarle el triunfo de nuestra parte porque es la cabeza de nuestro grupo. Que esté pasando por este momento no es nada lindo, le mandamos mucha fuerza”. La unión del plantel quedó así en evidencia, mostrando que, más allá de las dificultades, la figura del entrenador sigue siendo un pilar fundamental.
En lo deportivo, Ubeda analizó el rendimiento del equipo tras la goleada. “Venimos evidenciando una evolución futbolística importante, aunque antes no se reflejaba en los resultados. Hoy pudimos destrabar el partido rápido y eso nos permitió jugar con mayor soltura”, destacó el técnico interino. Sin embargo, fue cauto al afirmar que, aunque el marcador fue abultado, todavía hay aspectos por mejorar. “La convicción, el dominio del juego y la presión alta son puntos que venimos trabajando y nos dan seguridad”, explicó.
Respecto a los desafíos que se vienen, Ubeda fue claro sobre las metas del club: “Siempre el objetivo es pelear por lo máximo: clasificar a la Libertadores, ser campeón o entrar en zona de clasificación en el torneo local. Tenemos la obligación permanente de ir por todo”.
El buen momento futbolístico, sin embargo, se verá puesto a prueba en el corto plazo. Boca enfrentará a Barracas Central sin Leandro Paredes, convocado a la Selección Argentina. Ubeda se mostró confiado en la capacidad del plantel para suplir la ausencia del mediocampista, resaltando la jerarquía del equipo para afrontar los compromisos venideros.
Desde la dirigencia, la postura ha sido de respeto y acompañamiento. Juan Román Riquelme, en su única aparición pública tras la noticia sobre la salud de Russo, evitó profundizar en detalles médicos, aunque no dudó en elogiar al entrenador al calificarlo como «un genio» y expresar su apoyo a la labor del cuerpo técnico.
La victoria ante Newell’s, además de oxigenar al equipo en lo deportivo, sirvió para reforzar el mensaje de unidad y apoyo a Miguel Russo. En tiempos de incertidumbre, Boca parece encontrar en la adversidad una razón más para fortalecerse, tanto dentro como fuera de la cancha.


