El arbitraje argentino vuelve a estar en el centro de la escena tras una serie de decisiones controvertidas que salieron a la luz en la 14ª fecha del Torneo Clausura. Nicolás Lamolina, árbitro de 42 años con una larga trayectoria y familiaridad en el fútbol nacional, fue suspendido temporalmente y no estará presente en la próxima jornada que comienza este viernes.
La última actuación de Lamolina, al frente del partido entre Barracas Central y Boca Juniors, desató una ola de críticas y cuestionamientos. La expulsión de Iván Tapia, capitán de Barracas e hijo del presidente de la AFA, Claudio «Chiqui» Tapia, fue el episodio más resonante. Sin embargo, otros fallos en el mismo encuentro abonaron la sospecha sobre la calidad y la imparcialidad de los arbitrajes en el fútbol local.
Decisiones bajo sospecha
El encuentro estuvo marcado por varias jugadas polémicas en las que Lamolina y el VAR, a cargo de Silvio Trucco, tomaron decisiones discutidas. Si bien la expulsión de Tapia por doble amonestación tuvo cierto fundamento en la primera tarjeta –un cruce con Leandro Paredes que buscaba la quinta amarilla para purgar sanción estratégicamente–, la segunda amonestación generó dudas. La falta sancionada sobre Paredes no pareció existir, aunque el reglamento permite juzgar la intención de dar una patada como conducta antideportiva.
Otra situación que generó controversia fue la falta de expulsión a Rafael Barrios por un golpe sin pelota sobre Miguel Merentiel, apenas iniciado el partido. Lamolina solo mostró la amarilla, cuando muchos consideraban que correspondía la roja directa. La polémica continuó en el segundo tiempo, cuando Javier Ruiz, de Barracas, cometió una dura infracción sobre Milton Delgado. El árbitro optó por la amonestación, pero la jugada merecía, según especialistas, la expulsión.
La mira sobre el VAR y las designaciones
Silvio Trucco, quien ofició de asistente en el VAR durante Barracas-Boca, fue designado nuevamente para estar frente a la pantalla en el próximo partido de River ante Gimnasia. Esta decisión generó sorpresa, ya que Trucco no intervino para invitar a Lamolina a revisar las jugadas más polémicas del lunes, repitiendo una dinámica que ya se había observado en partidos anteriores.
El historial de Lamolina suma otros episodios discutidos. En la primera fecha del torneo, también fue responsable de un partido caliente entre Racing y Barracas Central. Allí, el VAR (entonces a cargo de José Carreras, otro juez frecuentemente cuestionado) lo convocó para revisar una falta que terminó en gol, y en otro encuentro, entre San Lorenzo y Gimnasia, desestimó un penal por mano en el área, decisión avalada por el VAR tras una interpretación discutida de la jugada.
¿Cuestión de nombres o de fondo?
El arbitraje argentino parece estar atravesando una crisis de confianza. Las designaciones y suspensiones temporales de árbitros como Lamolina, y la repetida aparición de apellidos asociados a la polémica, despiertan suspicacias en dirigentes, hinchas y jugadores. El caso de Barracas Central es paradigmático: el club presidido por Matías Tapia, hijo mayor de «Chiqui» Tapia, y con Iván Tapia como referente dentro del campo, ha pasado de la Primera C a la máxima categoría en apenas 15 años y ahora sueña con jugar la Copa Sudamericana, un ascenso meteórico que alimenta suspicacias.
El próximo compromiso de Barracas Central, dirigido esta vez por Andrés Merlos –otro árbitro con antecedentes de decisiones polémicas– y con Diego Ceballos en el VAR, enfrenta a Argentinos Juniors, que pondrá suplentes debido a su inminente final de Copa Argentina. La rapidez con la que se programó este encuentro, que suele cerrar la temporada, suma otro capítulo a las especulaciones sobre los manejos en los escritorios del fútbol argentino.
Mientras tanto, la frase que circula en la Liga Profesional, «No trates de entenderlo», parece resonar con fuerza en quienes intentan encontrar lógica en los arbitrajes y designaciones. Para muchos, las explicaciones ya no alcanzan, y la necesidad de transparencia y profesionalización se vuelve cada vez más urgente.


