La Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) anunció un profundo cambio en la gestión de los saldos a favor (SAF) de Ingresos Brutos (IIBB), alcanzando mínimos históricos que representan una mejora sustancial para el entramado productivo bonaerense. Según informaron desde el organismo, los SAF pasaron de equivaler a tres meses de recaudación al inicio de la actual gestión a menos de 0,9 meses en la actualidad, lo que significa una importante liberación de capital de trabajo para empresas, pymes y monotributistas.
Esta reducción responde a una serie de medidas implementadas por ARBA, que apuntaron a modificar un sistema que históricamente acumulaba saldos a favor de manera crónica, generando asfixia financiera en los sectores productivos. Cristian Girard, director ejecutivo de ARBA, remarcó el giro de la política fiscal: “Desde que asumimos con el gobernador Axel Kicillof, nos propusimos revertir la lógica de la recaudación, pasando a un esquema más transparente, ágil y previsible. Esto permitió simplificar trámites y liberar fondos para las pymes y los monotributistas, sin descuidar los ingresos genuinos de la Provincia”.
Un informe nacional de la consultora IDESA de principios de este año había señalado que, en promedio, las provincias argentinas mantenían retenidos alrededor de 1,6 meses de IIBB cobrados por adelantado a los contribuyentes. El caso bonaerense, ahora por debajo del mes, se destaca como un avance en la eficiencia y la equidad del sistema tributario.
Entre las acciones que permitieron este avance, ARBA destaca la puesta en marcha del Sistema Único de Compensación (SUC), la revisión de inconsistencias a través de la herramienta FIRE, y la optimización de los regímenes de recaudación, ajustando alícuotas y padrones en función del riesgo fiscal para evitar la sobre-recaudación. Asimismo, el proceso incluyó una reducción en la cantidad de agentes de recaudación, la digitalización total de los circuitos de devolución y la implementación del Régimen Simplificado de Ingresos Brutos, que exime a los monotributistas de las retenciones habituales.
Según datos de la Agencia, estas acciones permitieron devolver más de $1 billón al sector productivo, consolidando un escenario tributario más justo y previsible. Este alivio financiero, explicaron, no solo impacta positivamente en la liquidez de las empresas, sino que también reduce los costos financieros y favorece la inversión y el crecimiento económico regional.
Como próximo paso en este proceso de modernización, ARBA presentó el régimen “Riesgo 0, SAF 0”, un nuevo esquema que ajustará de manera automática las alícuotas de retención y percepción de acuerdo al comportamiento fiscal de cada contribuyente. El sistema prevé reducciones de oficio cuando los anticipos superen niveles razonables y un monitoreo permanente para evitar la acumulación de saldos a favor. El foco estará especialmente puesto en las pymes y los sectores que hayan sufrido caídas en su actividad económica.
De acuerdo a Girard, el nuevo régimen marca un cambio estructural que busca mejorar la experiencia de los contribuyentes, reducir distorsiones financieras asociadas al impuesto sobre los Ingresos Brutos y garantizar una recaudación eficiente que permita sostener la obra pública y los servicios esenciales en la provincia. “Esta orientación responde a una decisión política del gobernador Axel Kicillof: simplificar el sistema, reducir cargas innecesarias y avanzar hacia una estructura tributaria más justa y funcional para el desarrollo productivo”, concluyó el funcionario.
Con estos cambios, Buenos Aires se posiciona a la vanguardia en materia de modernización fiscal, dando respuesta a un reclamo histórico del sector privado y sentando las bases para un esquema impositivo que incentive la actividad económica y brinde previsibilidad en tiempos de desafíos para la economía nacional.


